El Festival de Viña del Mar ha sido un pilar de la industria musical en América Latina desde su inicio en 1960. Por lo tanto, en esta entrada, exploraremos la historia del festival, sus galardonados artistas, la aparición de «El Monstruo», y las inolvidables escenografías que adornaron el escenario de este icónico evento.
La historia se remonta a 1959, cuando Gustavo Lorca, el alcalde de Viña del Mar en ese momento, viajó a la ciudad de Benidorm, España. En ese contexto, asistió al Festival de Benidorm, una experiencia que lo inspiró a traer un festival similar a Chile. En consecuencia, en ese mismo año, extendió una invitación a un grupo de músicos para amenizar una feria en los jardines de la Quinta Vergara.
Para esta primera edición, se instaló un escenario en el Parque Quinta Vergara. En este sentido, este escenario consistió en una tarima de madera con telones de fondo, y los asistentes debían llevar sillas plegables para disfrutar del espectáculo.
Así, este memorable episodio marcó el punto de partida del Festival de Viña del Mar
Una parte esencial de la historia del festival es la creación de las icónicas Gaviotas que se otorgan a los artistas. En 1960, no se entregaban estas gaviotas; en su lugar, los ganadores recibían 500 escudos y una placa de reconocimiento. Fue en 1968 que se introdujo el diseño de la Gaviota, que rinde homenaje a los trofeos originales que representaban una lira y un arpa de oro.
En la década de los 60, surgió la figura de «El Monstruo», una audiencia apasionada que no tenía reparos en expresar su desaprobación hacia los artistas en el escenario. La primera «víctima» fue la cantante Gloria Simonetti, que fue abucheada en sus dos actuaciones en 1970. A pesar de este incidente, Gloria Simonetti ganó la competencia al año siguiente. El Festival de Viña del Mar también se transmitió por televisión a partir de 1963, marcando el comienzo de su presencia en la televisión internacional.
En la memoria hay varios artistas que sufrieron los abucheos de la galería. Por nombrar algunos recordamos que en el Festival de Viña 1985, Miguel Gallardo, cantante español conocido por canciones como «hoy tengo ganas de ti», en su primera presentación solo alcanzó estar arriba del escenario unos minutos. En el año 2000, Enrique Iglesias recibió una gaviota de plata. Lanzó el premio al público, hiriendo a una mujer, lo que causó abucheos. Xuxa vivió una broma grosera en el mismo evento, terminando con la artista en lágrimas. Los Tigres del Norte fueron abucheados en 2006 después de A-ha. Jani Dueñas no logró hacer reír al público en 2019 y pidió ayuda.
Los humoristas más destacados que padecieron el abucheo del público en Viña son: Belen Mora (2019); Checho Hirane (1984); Óscar Gangas (1998); Vanessa Miller (2003); Ricardo Meruane (2011 y 2016); Jani Dueñas (2019)
Las escenografías del Festival de Viña del Mar han dejado una huella imborrable en la memoria de su audiencia. Durante los años 1982, 1983, 1984, 1985, 1988, 1989 y 1990, el destacado escenógrafo Pedro Miranda se encargó de crear verdaderas obras maestras que siguen siendo recordadas hoy en día.
La escenografía de 1982 nos transportó a los icónicos roqueríos de Viña del Mar. Con plantas y flores que adornaban cada lado y escaleras por donde emergían los artistas, esta fue la primera vez que se intentó recrear a escala real los distintivos roqueríos de la Ciudad Jardín.
En 1983, se optó por un enfoque diferente, inspirado en las casas de madera características de la región a principios del siglo XX. Cada detalle se cuidó meticulosamente, incluso la entrada de los animadores que se asemejaba a una puerta de una casa antigua de fachada continua. Los colores predominantes, blanco y celeste, evocaban la estética de estas casas.
El año 1984 marcó las Bodas de Plata del festival. La escenografía rindió homenaje al Palacio Vergara, actual Palacio de Bellas Artes, recreándolo a escala en un deslumbrante diseño. Incluso se incluyeron los leones que decoran la entrada al palacio. Esta escenografía fue la primera en ser móvil en la Quinta Vergara, y vio desfilar a artistas de la talla de Miguel Bosé, José Feliciano, Yuri y más.
En 1985, la modernidad se hizo presente con una llamativa lluvia de octaedros dorados y giratorios a los lados del escenario principal. La orquesta se ubicó a gran altura sobre el escenario, y las plantas y flores continuaron siendo elementos decorativos esenciales.
En 1988, se destacó la recreación a escala de la fachada del Casino de Viña del Mar. Los detalles arquitectónicos, como las escalinatas que separaban la entrada de la calle, las piletas y el surtidor de agua, añadieron un toque monumental. Las plantas y flores marcaron su última aparición en el escenario de este festival.
En 1989, las plantas y flores dieron paso a escenografías más funcionales, pero sin descuidar la estética. Las dos olas luminosas a los lados del escenario se convirtieron en el elemento más llamativo, y la iluminación con efectos especiales se convirtió en un componente esencial.
En 1990, marcando un cambio de década y un momento crucial en la historia: la vuelta a la democracia en Chile, también trajo un cambio en la escenografía del Festival de Viña. Los platillos voladores giratorios se convirtieron en el enfoque central, ubicados en el escenario principal y a los lados.
Asimismo, los espejos en columnas junto a la cortina de salida de los artistas crearon un efecto visual sorprendente. Esta escenografía merece un análisis detallado. Sin embargo, las siguientes, especialmente en la era Mega, descuidaron la estética en favor de los juegos de luces bajo la dirección de Pat Henry.
Estas escenografías, que requerían de 45 a 60 días para su construcción y montaje, son testimonio de un enfoque que priorizaba la estética sobre otras consideraciones. Son verdaderas obras de ingeniería y arte que continúan siendo apreciadas hasta hoy. El Festival de Viña del Mar es más que un evento musical; es un espectáculo visual inolvidable.
El Festival de Viña 2024 se llevará a cabo del 25 de febrero al 1 de marzo, siendo coorganizado por Canal 13 y TVN. María Luisa Godoy y Francisco Saavedra serán los animadores. Entre los artistas confirmados se encuentran Maná, Peso Pluma, Los Bunkers y Alejandro Sanz. Además, se están considerando artistas urbanos destacados como Peso Pluma, Mora y María Becerra como posibles invitados, lo que promete una programación emocionante. El evento tendrá lugar en la Quinta Vergara, consolidando su estatus como uno de los festivales más esperados del año.
El Festival de Viña del Mar confirmó a los seis humoristas que estarán en su edición 2024.
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