Literatura Infantil: Colores, magia, aventura y lecciones de vida
Debo reconocer que mi acercamiento a la literatura infantil comenzó en el momento que me enteré que sería padre. Obviamente, al instante saltaron a mí cabeza los recuerdos de infancia y los textos que formaron tanto mi ideario como mí bestiario. Los personajes que me acompañaron en la primera infancia son los que todos conocemos de Los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen y La Fontaine. Suelen acaparar los recuerdos de esa apertura al universo literario, pero hay mucho más que aquellos clásicos.
De esta forma conocí a autores, por nombrar a algunos, como Oliver Jeffers y sus bellos libros, Eric Carle con su “Oruga muy hambrienta”, Anthony Brown y sus personajes e ilustraciones adorables, Ian Falconer con la colección de “Olivia”, Keiko Kasza y sus enseñanzas y Jon Klassen, autor de “Yo quiero mi sombrero”, uno de mis favoritos. A través del diseño, una buena y elaborada narrativa; sumado a la destreza artística, cautivan con colores enseñanzas y humor a grandes y pequeños.
Derribé los prejuicios que sostenía respecto a la literatura infantil y me interesé en estudiarla de manera más profunda. Fue así que me aventuré a estudiar un diplomado en edición de literatura infantojuvenil. Esto me abrió a conocer más de la historia y evolución de la literatura para niños y me mostró cuán importante son los libros para el desarrollo de mejores personas.
La importancia de la Literatura infantil
Descubrí que la literatura infantil es un tesoro invaluable. Sus páginas rebosan de magia, aventura y lecciones de vida que se entrelazan con la imaginación y la curiosidad de los niños. El talento y esfuerzo de los diferentes autores se plasma en trabajos que marcaron generaciones, incluso cambiando el paradigma de las obras infantiles. Autores como Maurice Sendak (Donde habitan los monstruos), fueron cruciales para la evolución del género en los últimos tiempos. Es más que una simple distracción; es una herramienta poderosa que moldea y nutre el crecimiento de las mentes en desarrollo.
La importancia de la literatura infantil radica en su capacidad para abrir las puertas de la fantasía y el conocimiento a los niños. A través de historias cautivadoras y personajes entrañables, los niños se sumergen en mundos ficticios que amplían sus horizontes y estimulan su imaginación. Estas historias alimentan su curiosidad y avivan su creatividad, permitiéndoles explorar diferentes realidades y perspectivas. Un buen ejemplo de esto se plasma en la obra de Shaun Tan (Emigrantes), el que solo a través de imágenes transmite emotivas historias.
Literatura infantil y la educación
La literatura infantil también cumple una función educativa crucial. A través de sus páginas, los niños exploran texturas, colores; aprenden valiosas lecciones sobre la vida, la moralidad y los valores humanos. Los autores tienen la habilidad de abordar temas complejos de una manera accesible y comprensible, permitiendo reflexionar sobre cuestiones como la amistad, la valentía, la diversidad, la resiliencia y la importancia de ser uno mismo. Asimismo es importante para que padres acompañen a sus hijos a pensar sobre la historia y pasar un rato juntos, creando hábitos y lazos.
Además, la literatura infantil fomenta el amor por la lectura desde pequeños. Al ofrecer historias atractivas y entretenidas, crea un vínculo emocional con los libros y promueve una conexión duradera con la lectura. Los libros se convierten en compañeros de aventuras, confidentes y fuentes inagotables de conocimiento, despertando así el placer de sumergirse en nuevas historias y descubrir nuevos mundos con cada página.
Asimismo, la literatura infantil desempeña un papel fundamental en el desarrollo de habilidades lingüísticas y cognitivas. A medida que los niños se sumergen en los libros, mejoran su vocabulario, su comprensión del medio y su capacidad para expresarse de manera efectiva. Además, promueve el pensamiento crítico, la empatía y la capacidad de análisis, habilidades fundamentales para enfrentar los desafíos de la vida.
Conclusiones en torno a la Literatura infantil
Alentar a los niños y adolescentes a explorar este vasto universo literario es regalarles un tesoro que los acompañará durante toda su vida, sembrando semillas de sabiduría y cultivando sueños en cada página leída.
A continuación algunos ejemplos de autores destacados en la literatura infantil en los últimos años. Cada uno de ellos contribuyó a enriquecer el panorama literario para los niños, ofreciendo historias entretenidas, ilustraciones cautivadoras y mensajes positivos que ayudan a fomentar el amor por la lectura desde una edad temprana.
Autores Recomendados
Anthony Browne: es un autor e ilustrador de libros infantiles con reconocimiento internacional que tiene casi cuarenta títulos publicados. Browne crea con sus acuarelas una narrativa fuerte, que mezcla el realismo con toques surrealistas y fantásticos; con efectos visuales graciosos e ingeniosos
Oliver Jeffers: Autor e ilustrador británico conocido por sus libros infantiles, como «El increíble niño comelibros», «Cómo atrapar una estrella» y «Perdido y encontrado». Jeffers combina ilustraciones encantadoras con historias conmovedoras y mensajes positivos para los niños.
Mo Willems: Autor e ilustrador estadounidense reconocido por su serie de libros protagonizada por el personaje «Elefante y Cerdita», que incluye títulos como «¿Podemos jugar?» y «¿Me escuchas, Cerdita?». Willems utiliza un estilo de ilustración sencillo pero expresivo y crea historias divertidas y con enseñanzas para los niños.
Eric Carle: Es conocido por su obra maestra «La oruga muy hambrienta» y otros libros con ilustraciones coloridas y texturas únicas. Sus historias suelen abordar temas como la naturaleza, los colores y la imaginación.
Jon Klassen: Ilustrador y autor canadiense cuyo trabajo ha ganado reconocimiento en la literatura infantil. Sus libros, como «Yo quiero mi gorro», presentan ilustraciones minimalistas y sutiles, y sus historias exploran temas de amistad, honestidad y moralidad.
Drew Daywalt: Autor de «El día en que los crayones renunciaron» y su secuela «El regreso de los crayones», Daywalt ha capturado la imaginación de los niños con historias ingeniosas y llenas de humor. Sus libros exploran la creatividad y la importancia de la autoexpresión.